La grave crisis económica por la cual cruza Venezuela, ha obligado que muchos maturineses, entre 17 a 25 años, que deberían estar estudiando en una universidad, se encuentran laborando en cualquier establecimiento para poder percibir dinero y así cubrir sus necesidades.
Los jóvenes, quienes en unos años serían el futuro del país, han decidido abandonar su formación educativa porque en sus hogares no tienen muchas veces para comer.
El equipo de Maturín News, conversó con uno de ellos y éstas fueron sus palabras: “De que me sirve estudiar, si cuando me gradúe lo que voy a ganar va hacer menos de lo que me van a pagar en unos chinos o super mercado, simplemente en este país no vale la pena ese esfuerzo”, precisó el joven Ricardo Paredes.
Aunque la matrícula en las diferentes universidades públicas en Maturín, han aumentado, en los comercios se sigue viendo una cantidad preocupante de jóvenes trabajando para poder subsistir.
Redacción: Gabriel Brito Piñango// Maturín News
