El Gobierno de Nicolás Maduro ha dejado claro su interés en unirse a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), un deseo que, para expertos, surge de la necesidad de fortalecer su reconocimiento internacional y evadir las sanciones de Estados Unidos y otros países.
El chavismo ha expresado formalmente su interés en ingresar en este grupo de economías emergentes que, durante una cumbre en agosto, acordó su ampliación, con la incorporación de Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán.
En su reciente viaje a China, Maduro pidió apoyo al gigante asiático para lograr el ingreso al bloque, al que calificó como «el motor grande de la esperanza de un mundo diferente».
El internacionalista Félix Arellano considera que Maduro, ante las «condiciones en las que se encuentra en estos momentos y en los últimos años», tras su «cuestionada reelección» en 2018, quiere «desesperadamente» ser parte de «cualquier grupo» internacional.
«Ha sido un aislamiento duro (…) En un escenario tan relativamente adverso (…) poder ingresar en cualquier organización es de alta importancia», dijo Arellano a EFE.
El experto considera a los BRICS, que han «adquirido auge por el enfrentamiento» entre China y EEUU y la «invasión (rusa) en Ucrania», como una alianza «eminentemente geopolítica e ideológica», sin un «programa de comercio» e instrumentos de inversión que la conviertan en un «espacio económico activo», como la Unión Europea (UE) o el Mercosur.
«Pudiera ser que, en el futuro cercano, los BRICS empiecen a trabajar en acuerdos de inversión, de comercio, pero no lo han hecho, así que no imaginemos que el ingreso a los BRICS va a implicar un cambio en la política económica venezolana», aseveró.
Maduro busca de convenios
Maduro ha invitado a los BRICS a invertir en las «zonas económicas especiales», de las cuales una de ellas comprende más de 5,4 millones de hectáreas, donde se producirán distintos tipos de alimentos, según el anuncio oficial.
Sin embargo, Arellano advierte que el éxito de estas zonas dependerá de que haya condiciones favorables para su desarrollo, en entredicho ante la crisis actual de los servicios básicos, sobre todo el eléctrico.
El diputado oficialista Ramón Lobo, exministro de Economía, dijo a EFE que el país busca establecer «acuerdos de intercambio económico» con los BRICS que permitan una «mayor movilidad de las fuerzas productivas», con el objetivo de dinamizar el «aparato económico interno, generando una mayor oferta de bienes y servicios, así como de fuentes de trabajo».
El ingreso, prosiguió, también puede «acelerar la recuperación de la industria petrolera y de gas», afectada por las sanciones estadounidenses.
Lobo indicó que Venezuela también aspira a tener «acceso a financiamiento de proyectos a través del Nuevo Banco de Desarrollo» de los BRICS, con cuya presidenta, la exmandataria brasileña Dilma Rousseff, se reunió Maduro en su viaje a China, donde aseguró que el grupo y la institución ven en el país caribeño «un socio, un aliado, un amigo».
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