«Estamos próximos a vivir una de las temporadas más especiales para los Maturineses y en mundo entero, y aunque no nos encontramos en países donde está prendida la guerra, la precariedad en la que se encuentran muchos sectores populares de la ciudad capital empaña la celebración de la Navidad».
De esta manera lo refirió el presidente del partido Un Nuevo Tiempo en Monagas, Ángel Aristimuño, al aseverar que «más del 80 % del municipio Maturín no cuenta con el servicio de agua por tuberías. Sumándose además la deficiencia en la iluminación, que ha dejado a oscuras las zonas populares de la ciudad».
El experto en políticas públicas destaca el sentimiento de cambio que tienen los ciudadanos «quienes viven rodeados entre montañas de basura por la formación de botaderos, debido al peor sistema de recolección de desechos que tiene Maturín y sin razones claras del destino de la recaudación municipal.
«Vemos además cómo malbaratan el dinero de la gente en adornar 100 metros de calle para simular una felicidad que no existe, porque las familias no podrán llevar a su mesa la tradicional cena navideña por el desmejoramiento de la calidad de vida de los empleados públicos. La felicidad para nuestra gente es que tengan la oportunidad de sostener a sus seres queridos y que al llegar a sus comunidades puedas caminar por calles asfaltadas e iluminadas», dijo.
Asimismo, Aristimuño añadió la crisis hospitalaria que impera en Monagas, «donde el principal centro de salud no es garantía de salvar la vida a nadie por la falta de insumos y contaminación de sus espacios».
Acotó finalmente, que más de 44 centros asistenciales quedaron solo con el nombre, al no poder ofrecer el socorro a quienes acuden en estos sitios ante una emergencia.
Periodista
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