Benjamín Netanyahu aseguró este domingo que Israel está decidido a realizar una ofensiva terrestre a Rafah, en el extremo meridional de Gaza, mientras va creciendo la presión internacional alertando contra esta operación en un lugar donde se hacinan 1,4 millones de palestinos, la mayoría desplazados internos.
«Quiénes dicen que bajo ninguna circunstancia debemos entrar a Rafah básicamente están diciendo que perdamos la guerra» ante Hamás, declaró Netanyahu en una entrevista al canal ABC News, en un momento en que las tropas israelíes van combatiendo en la zona de Jan Yunis y se teme que avancen por tierra hasta Rafah, fronteriza con Egipto y donde hasta ahora se refugia gran parte de población de toda Gaza.
Las advertencias ante la operación se hacen sentir desde la ONU, que alertó de una posible masacre de civiles y violaciones de la ley internacional en caso de llevarse adelante.
EEUU también expresó su preocupación, y este domingo Joe Biden habló sobre ello con Netanyahu en una llamada de 45 minutos en que le aseguró que una operación en Rafah no debería hacerse sin un plan «creíble y ejecutable». El primer ministro israelí ordenó hace dos días al Ejército que proponga un posible plan de evacuación para los civiles de Rafah, atrapados en el extremo sur de Gaza y sin salida.
A su vez, Egipto pidió este domingo que se unan «todos los esfuerzos internacionales y regionales» para evitar una ofensiva. Esta le afectaría mucho, ya que tiene una frontera de 14 kilómetros de largo con Gaza que colinda en Rafah, llamada ‘Línea Filadelfia’.
Un fuerte ataque de Israel sobre Rafah -el único punto de Gaza que no ha tomado por tierra- podría causar más tensión e inestabilidad en la península egipcia del Sinaí. El Cairo teme un éxodo masivo de civiles palestinos hacia su territorio, algo que por ahora no pasó porque solo está permitiendo su paso a cuentagotas.
Egipto apeló a «las potencias internacionales influyentes» a «intensificar la presión sobre Israel» para que responda a las iniciativas de tregua. También reforzó militarmente la frontera con Gaza, y está construyendo una valla en las inmediaciones del cruce fronterizo.
Este país árabe fue el primero en firmar la paz con israel en 1979 y es mediador clave para lograr un alto el fuego en Gaza, opción a la que el Gobierno israelí por ahora no quiere acceder.
Netanyahu insta a mantener la presión militar a Hamás, pese a las demandas de las familias de 132 israelíes -unos cien vivos- aún rehenes en Gaza.
Por su parte, según el canal Al Aqsa, que citó a un alto cargo de Hamás, este alertó que un ataque terrestre a Rafah «hará estallar» las negociaciones para la liberación de los cautivos israelíes a cambio de una tregua, y que por ahora no avanzan ante el rechazo de Israel de aceptar la demanda de Hamás de que retire a sus tropas de Gaza y pare por completo su ofensiva.
«Los logros del Ejército israelí son muy impresionantes. Estamos en camino a la victoria. Está a nuestro alcance. Es una batalla difícil, pero la estamos ganando», reiteró hoy Netanyahu, mientras las tropas siguen atacando distintos puntos de la Franja y en las últimas horas causaron la muerte de al menos 112 palestinos.
«Queremos la desmilitarización de Gaza. Esto requiere nuestro control de seguridad», también en Cisjordania ocupada, insistió el primer ministro. «No hay alternativa en el futuro previsible», añadió, agregando que esta intención ha sido expresada a EE.UU. y otros líderes a nivel mundial.
Desde el estallido de la guerra hace más de 4 meses, la ofensiva sobre Gaza se ha saldado con más de 28.100 palestinos muertos, entre ellos al menos 112 que murieron durante las últimas horas.
Vía// EFE
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