El desborde de cloacas en el centro de Maturín, específicamente en las calles Monagas y Girardot, frente a la Zona Educativa, se ha convertido en un problema persistente que afecta a los transeúntes y la actividad económica de la zona.
Las aguas residuales, que emergen de una alcantarilla, generan un ambiente insalubre y peligroso, propiciando la proliferación de enfermedades y afectando la salud pública.
Esta situación ha sido objeto de múltiples quejas por parte de los ciudadanos, quienes exigen una solución inmediata por parte de las autoridades competentes.
Llamado a Aguas de Monagas
La empresa Aguas de Monagas, encargada de la gestión y mantenimiento del sistema de saneamiento en la región, ha sido señalada por los ciudadanos por su ineficiencia en la atención de este problema. A pesar de los constantes reportes y denuncias, las soluciones parecen ser escasas y temporales.
Los comerciantes de las calles Monagas y Girardot han observado cómo las aguas negras se convierten en un fenómeno recurrente, especialmente durante la temporada de lluvias, lo que agrava aún más la situación. La falta de mantenimiento y la obsolescencia de la infraestructura de cloacas son factores que contribuyen a esta crisis.
Hablan los comerciantes y transeúntes afectados
Los comerciantes de la zona han alzado la voz en múltiples ocasiones, denunciando la falta de acción por parte de las autoridades locales.
“No podemos seguir así, nuestros ingresos han disminuido considerablemente”, afirma Vilma Romero, propietaria de un negocio en la calle Girardot.
La situación no solo afecta a los comerciantes, sino también a los transeúntes que deben navegar por calles inundadas y malolientes, adyacente a la Zona Educativa.
Luis Hernández, transeúnte expresó que “Es inaceptable que tengamos que vivir así en pleno siglo XXI. Esto debería ser una prioridad para la Alcaldía”.
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