Aunque las autoridades aseguran que los índices delictivos han disminuido un 26 por ciento, en el estado Monagas, habitantes de algunas comunidades de Maturín, dicen lo contrario.
Destacan que la delincuencia no se mide al momento de ejecutar sus hechos, pues amenazan con hacerle daños a los niños si las víctimas no acceden a entregar sus pertenencias.
Este es el caso de los habitantes del sector La Llovizna, quienes viven una sozobra, pues no pueden estar sentados frente a sus viviendas, ya que los antisociales llegan armados y sin ningún tipo de contemplación se meten a las casas y se llevan lo que consiguen.
“Los malandros matan hasta a los perros, quienes a medianoche alertan a los vecinos con sus ladridos cuando ellos se acercan a las viviendas. No hay patrullaje, y eso nos preocupa”, expresó la vecina Betania Valdez.
Los afectados señalan que no pueden realizar ningún tipo de festividad porque los delincuentes esperan cierta hora para llegar y cometer sus delitos.
“Ya estamos cansados de los robos, a mi hijo le dieron un tiro en la pierna por resistirse a entregar sus pertenencias, hasta cuándo, los cuerpos de seguridad que hagan su trabajo y dejen de estar paseando por la ciudad”, dijo la habitante Marlene Flores.
Ante esta situación, el temor se incrementa a diario en quienes residen en la comunidad La Llovizna, pues se sienten al merced de la delincuencia y sin ningún tipo de protección.
Redacción: Gabriel Brito Piñango// Maturín News
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