Argentina y Francia se enfrentan este domingo en un duelo tres estrellas. La selección ganadora de la final del Mundial de Catar-2022 conseguirá un tercer título mundial, acercándose al palmarés de Brasil (cinco) e Italia y Alemania (cuatro cada una).
El partido de hoy será un duelo de alto vuelo, con Leo Messi, para muchos el mejor jugador de los últimos años e incluso de la historia, que a los 35 años busca el único título que falta en su palmarés, frente al que parece ser su sucesor, Kylian Mbappé, que a sus casi 24 años busca ya su segunda estrella, después de haber ayudado a Francia, con 19 años, a ganar el Mundial en Rusia-2018.
Ambos equipos presentan temidos dúos en ataque, ya que si Messi y Mbappé lideran la tabla de goleadores del torneo con cinco tantos, Julián Álvarez y Olivier Giroud llevan cuatro cada uno.
La final de este domingo ha paralizado el mundo y el resto de la actualidad política o social parece haber pasado a un segundo plano. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, le deseó a su homólogo francés, Emmanuel Macron, lo mejor para el futuro, excepto hoy.
“Querido amigo Emmanuel Macron, te guardo un enorme afecto y te deseo lo mejor para el futuro. Salvo para el domingo. Argentina es mi maravilloso país, ¡y es Latinoamérica! ¡Vamos la celeste y blanca!”, escribió Fernández en Twitter el jueves, en respuesta a un mensaje de Macron.
El presidente francés le había escrito a Fernández al responder a un tuit del mandatario electo brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que le deseó suerte a ambos. En un mensaje escrito en portugués, Macron agradeció a Lula y además dijo: “Querido Alberto Fernández, uno de nosotros dos tendrá más suerte. El domingo sabremos cuál de los dos. Con toda mi amistad… Adelante les Bleus!”.
Macron estará este domingo en Catar, mientras Fernández verá el partido en casa.
Argentina contará con otro apoyo inesperado, Lula publicó una encuesta en Twitter en la que el 55% de los participantes prefería la victoria argentina.
El seleccionador francés, Didier Deschamps, se mostró el jueves confiado en que podrá contar en la final con el centrocampista Adrien Rabiot, baja en semifinales contra Marruecos (2-0) por un resfriado y que regresó a los entrenamientos, y el central Dayot Upamecano, que también estuvo enfermo y se quedó en el banco de suplentes contra los magrebíes.
Pero los defensas Raphaël Varane e Ibrahima Konaté, así como el extremo Kingsley Coman, no participaron en el entrenamiento previsto el viernes. Este último tampoco estuvo en la sesión del jueves por “un pequeño síndrome viral”, mientras que Varane y Konaté por “probablemente un golpe de frío”, según una fuente cercana. Tampoco entrenaron Théo Hernández y Aurélien Tchouaméni, víctimas de contusiones.
Se anunciada la presencia de unos 6.000 aficionados franceses en el estadio de Lusail. Pero las gradas estarán probablemente más pobladas de camisetas albicelestes, ya que miles de argentinos acompañan a su selección desde el inicio del torneo.
Sin embargo, la demanda de los aficionados argentinos supera a la oferta de entradas, y decenas de aficionados volvieron a manifestarse este viernes delante del hotel de Argentina en Doha pidiendo ayuda para conseguir boletos para la final.
Francia disputa su cuarta final en los siete últimos torneos, tras haber ganado el título en 1998 y 2018 y haber perdido contra Italia en la lucha por el título en 2006.
En caso de triunfo de Argentina, Messi entrará definitivamente en el firmamento del fútbol argentino, emulando a Diego Maradona, ganador del título en 1986. Si es Francia la ganadora, Kylian Mbappé sumará su segundo título a una edad temprana siguiendo las huellas del brasileño Pelé que fue bicampeón (1958 y 1962) con apenas 24 años, antes de sumar un tercer título en 1970.
El partido por el título de este domingo, será arbitrado por el polaco Szymon Marciniak.
Con información de AFP
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